Tenso debate pre-electoral el de esta noche en Francia (colofón de una muy tensa campaña). Tanto, que el moderador ha tenido que «calmar» a los candidatos varias veces.
Los aspirantes al Elíseo se han enfrentado, sobre todo, en torno a temas económicos y al papel de Francia en Europa. España ha estado muy presente. Sarkozy ha sacado a relucir la crisis española para disuadir a los franceses de que voten a Hollande. El socialista le ha recordado que antes ponía a Zapatero como ejemplo de buenas prácticas y también que hay conservadores dirigiendo países con problemas. Enzarzados en una guerra de cifras de paro y previsiones de crecimiento, ambos se han acusado de dar la vuelta a los datos a conveniencia.
Aunque Hollande partía como favorito, ha sido un agresivo Sarkozy quien ha marcado la pauta del debate.
François Hollande se ha presentado como «el presidente de la Justicia» que reconciliará a los franceses y relanzará la economía, pero Sarkozy le ha recriminado que sólo proponga «más gastos y más déficit» y ha jugado la carta de la experiencia, esgrimiendo que Francia sólo ha conocido un trimestre de recesión desde 2009.
El aspirante socialista le ha acusado de favorecer a las grandes fortunas, y de plegarse a las exigencias de Alemania en las negociaciones europeas. Mientras, el actual presidente ha acusado a los socialistas franceses de seguir el «mal» ejemplo de los españoles que -ha dicho- «han bajado las pensiones y los sueldos».
Ha sido un diálogo tan áspero que no han faltado las descalificaciones personales: «si mi amigo es Zapatero, el suyo es Berlusconi», le ha espetado Hollande.
Sarkozy se ha mostrado dolido además porque su rival no le defendiera cuando le comparaban con Franco durante la campaña. «No pretenda hacerse la víctima», le ha contestado Hollande.
En las casi tres horas que ha durado el debate también ha habido tiempo para hablar de ética, de inmigración, de energía nuclear, de la televisión pública (para la que Hollande ha prometido directores independientes)… y, cómo no, para cortejar a los indecisos y a los simpatizantes del Frente Nacional.